jueves, 30 de diciembre de 2010

Hierro 3

Se acaba el año, se acaba la década. Y esta vez, toca una coreana; Hierro 3, de Kim Ki-Duk.
No conocía nada de este autor y confieso que empecé a frikearme sus películas tras ver Samaritan Girl, que me dejó muy sorprendida y con ganas de conocer más de cerca el cine asiático.

Hierro 3 narra la vida de un hombre, que lo único que parece hacer en la vida es ocupar casas ajenas cuando sus dueños están fuera día si y día también. No roba, ni destruye nada, solo busca cobijo y algo de comer -menudo sinvergüenza, ¿eh?- y no contento con eso, en alguna que otra ocasión arregla trastos y objetos inservibles. Al día siguiente desaparece sin dejar el menor rastro. 


Es en una de estas casas, donde conoce a la que será su compañera de "aventuras"; una mujer casada, atormentada por las palizas y el acoso de su marido, que está de viaje en ese momento. Cuando regresa, y tras la bofetada de rigor a su mujer por su absoluta pasividad, se encuentra con nuestro joven protagonista en el jardín. Sin apenas inmutarse y de forma silenciosa, curiosa y "simbólica", el misterioso héroe, salva a la chica y ésta se va con él.

La misma rutina de siempre, pero con una nueva compañera, sigue su camino en el sobrevivir del día a día. Como es de esperar, se acaban enamorando. Siguen ocupando viviendas y siguen desapareciendo de ellas como fantasmas, hasta que un día se les acaba el chollo.

El final, totalmente abierto a infinidad de interpretaciones, te deja sin habla y con el cerebro seco de tanto pensar en un sentido lógico. Aunque queda claro con alguna que otra "puntilla" por donde van los tiros, no me cuadra el acto final con el resto de la película. Pero bueno, seguramente el final sea la guinda del pastel, el elemento clave en la trama.
No puedo terminar sin mencionar el casi inexistente diálogo... creo que el silencio marca mucho el ritmo de la historia y carga de emoción el ambiente -menuda paradoja- centrando tu atención tanto en los detalles como en la acción y expresión de los personajes. "Más actuar y menos hablar", ¿no?

 En resumidas cuentas, una película que se disfruta con los sentidos bien afinados.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Balada triste de Tropeta

Tarde de domingo, "-¿Qué hacemos, vamos al cine? -Venga". En la sala, cuatro personas -contadas- y un acomodador comiéndose un moco. La película se entrenó el viernes, no es buena señal que oiga el eco de mis propios pasos mientras subo las escaleras hasta la fila 11.

Balada triste de trompeta (Álex de la Igllesia).

Empezaré diciendo que la película fue toda una sorpresa para mí; no era para nada lo que me esperaba. No sé por qué razón había imaginado una película de guerra (muy gráfica/"gore") y me encontré con una película en la que casi podríamos decir que la trama gira en torno a la venganza y muchos de los personajes se dejan llevar por los celos y un amor destructivo.

La historia comienza en un circo, 1937, plena guerra civil, con la actuación de dos payasos que es interrumpida por un grupo de republicanos que se irrumpen en el circo y se llevan a la fuerza a todo aquél que pueda luchar. 
Uno de los payasos (Santiago Segura), es el padre de nuestro protagonista. Como es de predecir, van a luchar contra los "fachas"; durante 5 minutos somos testigos de una lucha en la que destaca la figura de un payaso vestido de mujer y personajes variopintos mezclados con soldados uniformados; casi de forma cómica se reparte leña a todo el que se cruza en su camino. 

"Un payaso con un machete... vas a acojonar a esos cabrones"

 Se les acaba la juerga y unos son detenidos y otros fusilados; nuestro payaso de peluca rubia  es uno de los "afortunados". Pasan dos años y el hijo, Javier -que en ese par de años ha crecido de forma sospechosa, pero no se ha quitado las gafas de broma- va a ver a su "papa", que "trabaja" en la construcción del Valle de los Caídos. Es cuando Javier, decide colarse en la obra y "liarla parda", pero acaba con la muerte de su padre. Venganza.


Damos un enorme salto en el tiempo y aparecemos en los 70, volvemos al circo, esta vez con el niño crecidito (Carlos Areces -a quien, lo siento, pero no puedo tomarme en serio fuera de Muchachada Nui-) que después de tantos años consigue su primer trabajo como "payaso triste". Allí ve por primera vez a Natalia (Carolina Bang), acróbata y novia de su jefe, un auténtico cabroncete; un payaso agresivo y violento que tiene amedrentado a medio circo.

La verdadera historia comienza a rodar cuando Javier descubre que Sergio, el "payaso cabrón" (Antonio de la Torre) maltrata a Natalia, e intenta alejarla de él.

Hechos históricos modificados a gusto del director (Franco mordido por un Javier asalvajado o un payaso loco conduciendo un camión de helados en medio del atentado contra el presidente Carrero Blanco), palizas casi mortales que acaban en hospital y malformaciones mostradas con todo detalle, son algunos elementos que te dejan con el culo torcido al terminarla película.


Veredicto final: Hechos "consistentes" y un guión bien estructurado, pero argumento flojo para mi gusto.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Concierto de MGMT

No digo que me muera de envidia por los que van, pero sí que pagaría mi entradita por ir con ellos. Hoy es el concierto de MGMT en Madrid y una vez más, nos quedamos sin ella por dejarnos llevar por la desidia y el recalde más absurdo. O por la sana competencia entre los fans más devotos que les faltó comerse entre ellos para conseguir un pase.

Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden

Me consuela decir que el último disco es una cagada bien pensada, en el que se salvan dos canciones y un videoclip que me da muchísimo repelús; pero eso no quita que me guste. 
También me crecen los cuernos y me salen llamas por la boca cuando pienso que es en La Riviera y que los que van a ver a este par de "grillaos" van a oír y se van a enterar de la misa la media. Menuda sala de mi*rda.
Pero cuando pienso en canciones tan de sobra conocidas (joder, ya no me gustan) como Kids o Time to Pretend en directo (aunque la acústica de la sala sea un "ojete") me corroe una envidia difícil de medir y me entran unas ganas inimaginables de destruirlo todo a mi paso... o incluso de ponerme a llorar y dar patadas en el suelo de mi habitación.

Espero que os quedéis afónicos.


Os dejo con dos de mis favoritas.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

Scott Pilgrim contra el mundo

Hoy toca peli... Scott Pilgrim contra el mundo (Edgar Wright, 2010), sacada del cómic de Bryan Lee O'Malley Scott Pilgrim.

Scott Pilgrim

Un modernísimo Michael Cera de 22 años, bajista de un grupo de lo más "garagero", los Sex Bob-om, se enamora perdídamente de una misteriosa chica de pelo rosa. Lo que Scott no sabe es que para poder salir con Ramona (Sí, la tipa en cuestión se llama Ramona) es que tiene que enfrentarse a siete de sus ex novios; quienes forman la Alianza de los "Evil Exs" y están dotados de poderes tan absurdos que hasta hacen reír; desde un vegetariano con poderes mentales a una estrella del cine que sólo con su voz intimida a cualquiera.

"Bass Battle"

La historia tiene de todo y, desde luego, no permite que despegues los ojos de la pantalla; "batallas de bajos", peleas a lo Street Fighter y demostraciones en monopatín que acaban en explosión.  Todo ello cuidando el más mínimo detalle, y haciéndote creer que lo que estás viendo es un cómic en movimiento.

Scott dejando K.O. a un "evil ex"

En resumen, dos horitas bien invertidas en las que no se echa en falta prácticamente nada; acción a punta pala, humor para todo tipo de "mentesplanas" y por qué no, una dosis de "ñoñería" adecuada.

martes, 14 de diciembre de 2010

Fellini

He decidido inaugurar este blog, ahora que acabo de ver una película suya, con un post sobre Federico Fellini. 

Federico Fellini en pleno rodaje.

Para mí uno de los grandes del cine y -comparando mal y pronto- el Almodóvar italiano.

He de admitir que lo que más me impacta de sus películas es la fotografía, dejando a un segundo plano  -pero sin perder fuerza- la trama y sus personajes creados a conciencia.
La figura de la mujer, siempre presente, aparece como centro de protagonismo; musas, actrices, madres, ninfómanas, amantes... hay un lugar para todas ellas en cada una de sus historias. Ensalza la figura femenina a su máxima expresión y consigue de forma sutil provocar en nosotros simpatía hacía ellas y puede que cierto rencor hacia otros personajes -hombres en la mayoría de los casos- que de un modo u otro, abusan de ellas. De ahí mi comparación con Almodóvar.

Giulietta Masina como Gelsomina en La Strada.

En cuanto a los personajes masculinos, digamos que Fellini explota al "guaperas" Marcello Mastroianni, colega del director y según cuentan... su alter ego. Aparece en muchas de sus películas y tengo que apuntar una cosa de la que me he dado cuenta tras ver dos películas en las que hay una diferencia de veinte años, y es que parece no afectarle el paso del tiempo. ¡Ni una maldita arruga!

Marcello Mastroiani como Guido Anselmi en 8 1/2.

Para los que no han visto nada de Fellini, les recomendaría empezar por películas como La Strada (1954), La Dolce Vita (1960) o La Ciudad de las mujeres (1980). Y para quienes tengan una mente abierta y de fácil comprensión les diría que se apalancasen una tarde en el sofá con un cuenco de palomitas del tamaño de un camión, se armasen de paciencia y viesen Amarcord (1973) y 8 1/2 (1973), adaptado recientemente al género musical como Nine de Rob Marshal, que no he tenido el placer de ver, quizá por la poca simpatía que me causa nuestra querida Pe. Pero de eso ya hablaremos más adelante.

Por cierto, si hay algún friki entre los presentes, también le recomendaría hacer una visita a la Fundación "la Caixa", donde hay una exposición sobre Fellini hasta el 26 de este mes. Es gratis, así que el raterío no es una excusa.